Tuvo suerte un joven guiador, quien salió sin lesiones luego de que anoche se estrelló contra los árboles del camellón y volcó en la calle 28 con 93 del fraccionamiento Paseos de Opichén.

Este punto es llamado “la curva del diablo”, pero los accidentes ahí no son causados por ningún ente malvado, sino por la imprudencia de los guiadores.

Tal fue el caso de anoche. El joven conductor transitaba sobre la calle 28, y en la curvita de la 93, por ir con exceso de velocidad, perdió el control del volante, se subió al camellón, chocó y derribó unos árboles y finalmente el auto volcó quedando de cabeza.

Guiador y pasajero lograron salir y pidieron ayuda, siendo atendidos por parámedicos que descartaron cualquier lesión de gravedad.

Eso sí, agentes de la SSP arrestaron al guiador pues, presuntamente, manejaba alcoholizado. Se pidió la atención de peritos, aseguradora y grúa.