Vaya sorpresa se llevaron los habitantes de una casa en el puerto de Progreso, al encontrar en el tinglado de su terraza a una boa que descansaba plácidamente entre los travesaños metálicos.
Sin saber qué hacer, y sin ánimos de dañar al reptil, lo mejor que se pudo hacer fue pedir auxilio al número de emergencias 911, y hasta la vivienda llegaron elementos de la Policía Ecológica que actuaron de inmediato.

Uno de ellos, con apoyo de una escalera, llegó hasta el techo de la terraza, un tinglado de láminas en donde, efectivamente, localizó a la boa, la cual jaló con mucho cuidado no sólo para evitar lastimarla, sino también para evitar un posible ataque, pues si bien las constrictoras no son venenosas, sí muerden al sentirse amenazadas.
Ya con el animal en las manos, se verificó que estuviera en buenas condiciones a la vista, y se le llevó al lugar conocido como Zona Cero en donde fue puesta en libertad para que ya no anda asustando a las personas, y para que pueda seguir viviendo plácidamente.