Una mujer enfrenta cargos por violencia familiar, denunciados por su propia hija, quien cada vez que iba a visitarla en períodos de convivencia, era maltratada física y psicológicamente.
La mala madre fue imputada por el delito mencionado, y tendrá que someterse a medidas cautelares mientras se realiza el proceso en su contra, entre ellas, no establecer comunicación con su hija y presentar una garantía económica.
En los datos del expediente se señala que la menor no vive con su mamá, pero por ley se establecieron días de convivencia. Sin embargo, de noviembre de 2021 a enero de 2022, se dieron agresiones físicas y psicológica, es decir, le pegaba, gritaba y amenazaba, lo que llevó a la menor a rechazar cualquier contacto con la autora de sus días, y además se le denunció ante las autoridades correspondientes.
La Fiscalía General del Estado (FGE) formuló la imputación a la señora M.S.T. por el delito de violencia familiar, de acuerdo con la causa penal 371/2022.
En la audiencia celebrada en el Centro de Justicia Oral de Mérida se expusieron los datos de prueba para pedir se resolviera la situación legal de la acusada, quien solicitó la duplicidad del término constitucional para definir su condición jurídica.
El Juez Primero de Control estableció que la audiencia se reanude el próximo 10 de enero.
Asimismo, la autoridad judicial estableció que la imputada deberá acudir periódicamente a firmar al Centro Estatal de Medidas Cautelares, debe presentar una garantía económica, tiene prohibido salir del Estado sin autorización y no podrá acercarse a la menor víctima, ni comunicarse con ella, todas estas medidas se mantendrán vigentes por el tiempo que dure el proceso.